... Ganglion Intra-Oseo ...

Los defectos quísticos del hueso han recibido multitud de denominaciones, basadas en su patogénesis. Si bien sus características macro y microscópicas son idénticas.

La patogénesis no esta clara. Son muy similares macro y microscópicamente a los gangliones de los tejidos blandos y es probable que compartan una patogénesis común, es decir, degeneración mucoide del tejido conectivo.

Hay dos tipos de gangliones intraóseos: un tipo originado por penetración o intrusión de un ganglión extraóseo en el hueso subyacente, y el otro tipo en que el quiste ganglionar es primariamente intraóseo, localizado en la región yuxtaarticular (subcondral). Es el caso más frecuente.

Frecuencia, edad, sexo y localización

Son más frecuentes de lo que se creía, ya que hay lesiones pequeñas que no dan sintomatología y que se descubren como un hallazgo incidental durante un examen radiológico por otro motivo.

La lesión se da más frecuentemente en adultos entre 20 y 50 años y ligero predominio de los varones. Generalmente se localizan en los maléolos tibial y peroneo, cadera, carpo y tarso. Su localización en el hueso es yuxtaarticular o subcondral, normalmente en los huesos largos. Se han descrito casos de lesiones múltiples.

Manifestaciones clínicas

En la mayoría de los casos es silente, y se descubre por una radiografía realizada por otro motivo. En los casos sintomáticos se manifiesta con dolor cerca de una articulación y que aumenta con el esfuerzo.

Estudios de imagen

Radiográficamente se caracteriza por un área de osteolisis, de forma redonda u oval, que se localiza excéntricamente en la epífisis de un hueso tubular largo, cerca de la cortical adelgazada y en ocasiones expandida. Generalmente el defecto esta en relación estrecha con una capa subcondral del hueso afectado y delimitado por un borde delgado de esclerosis. Pueden ser unicamerales o multilobulados en los casos de quistes grandes. En ocasiones se observa una comunicación entre el quiste y la articulación adyacente, mejor demostrado con la TAC, en la que se ve una línea radiolúcida. Las lesiones son de 1-2 cm de diámetro pero pueden alcanzar mayores tamaños.

Histopatología

Macroscópicamente son similares a los gangliones extraóseos. El tamaño varia de 1 a 4 cm. en función de su localización. Pueden ser uniloculares o multiloculares y rodeados por una membrana de espesor variable, que se separa fácilmente de la esponjosa subyacente. Su contenido es mucoide, amarillento o blanquecino.

Histológicamente son idénticos a los extraóseos. La membrana de tejido conectivo que lo rodea está formada por fascículos de fibras de colágeno con pocos fibroblastos. En su interior existen focos de transformación mixoide del tejido conectivo. con células estrelladas separadas por abundante sustancia intercelular mucoide.

Diagnóstico diferencial

Los gangliones intraóseos deben entrar a formar parte del diagnóstico diferencial de las lesiones quísticas epifisarias, tales como el condroma, condroblastoma, quiste óseo aneurismático, sin embargo estas lesiones, generalmente muestran un adelgazamiento y expansión de la cortical  y calcificaciones en los casos de lesiones condroides. Otras lesiones líticas están situados en las metáfisis. El problema más grande de diagnóstico diferencial es con los quistes subcondrales de la artritis reumatoide y la artrosis.

Histiocitoma fibroso benigno. El ganglión es mucho más pequeño

Condroblastoma. En el caso de que no se distingan las calcificaciones. El ganglión es excéntrico. El condroblastoma es muy raro después de la maduración esquelética.

Tumor de células gigantes. Cuando el ganglión es grande se puede confundir con el tumor de células gigantes. El ganglión muestra un borde esclerótico.

Metástasis líticas. El ganglión presenta un borde escleroso, cosa rara en las metástasis líticas

Sinovitis vellonodular pigmentada. En algunos caso puede provocar una penetración intraósea. Contrariamente a los quistes ganglionares, las lesiones óseas de la sinovitis vellonodular pigmentada se localizan más frecuentemente en ambos extremos óseos de la articulación afectada.

Tratamiento

En los casos sintomáticos el tratamiento es la excisión del ganglión extraóseo y curetaje de la lesión ósea. En casos de mayor tamaño se complementa con injerto óseo.